«El Corazón. Yo lo usaba en los ojos.»
Gilberto Owen
Decía Edgar Degas que en el arte nada debe parecer un accidente, ni siquiera el movimiento. En la fotografía de Nadia Bautista –Miss Complejo– sobresale sobre todo la fuerza de los movimientos. Cuando fotografío a alguien intento que sea lo más natural posible, explica, intento poder mostrar cada una de las expresiones que son únicas de esa persona, los gestos, los rasgos, aquello que descubro que jamás he visto en nadie. No los fuerzo, los espero, los observo, los descubro. El movimiento es una acción principal: las personas se van moviendo y las detengo cuando encuentro algo que me llama la atención… creo que hay algo en eso que las vuelve reales, accesibles, tangibles.
Porque, continúa, para mí los cuerpos son armas, herramientas; tanto el mío como el de los demás los veo como un arma a utilizar y explotar, un medio de comunicación, de libertad y expresión. La fuerza que puede transmitir un cuerpo es mucho más grande que miles de palabras que se puedan gritar, es un discurso propio, es aquello que nos hace únicos y nos permite conectarnos de la manera más íntima ¿Cómo no encontrar belleza en algo único e irrepetible? Si todo, absolutamente, es a descubrir.
Me atrae más todo lo que queda por decirA veces cuenta más todo lo que no se ve, que lo que está explícitamente en las fotografías, dice. La imaginación es mas libre que cualquier fotografía que pueda tomar jamás. Desde el tono de voz, el olor, el sabor, el lugar, el nombre de la persona hasta la relación que mantengo con ellas… siempre me atrajo mucho más todo lo que queda por decir…
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Mirar desde la libertad
Creo que hay un auge desde hace un tiempo, por suerte, donde las personas están comenzando a sentirse mas libres frente a sus cuerpos, sus deseos, su sexo. Me gusta pensar en que se están rompiendo las reglas –impuestas-, donde se está empezando a quebrar una idea de homogeneidad que nos impone desde hace años qué desear, cómo y cuándo.
Cuando comencé a tomar fotos era muy difícil sacar a la persona del tabú de desnudarse, de exponerse, de mostrar su cuerpo sin vergüenza y al contrario, llevarlo con orgullo y amor; por suerte unos años después esto está empezando a abolirse y me agrada que cada vez seamos todos un poco más conscientes de la herramienta propia que tenemos, nuestro cuerpo. Lo que intento es hacer llegar, desde mi humilde lugar, una mirada desde la libertad, y poner en jaque cualquier parámetro de belleza establecido.
Recorro cada parte que la persona me permita
Me manejo en un vaivén, a veces desde lo general y otras desde el detalle. Me gusta oscilar entre ambas cosas y mostrarlas también. Partir desde un cuerpo completamente desnudo y llegar a los dedos, la boca, los ojos. Recorro cada parte que la persona me permita. Me gustan los detalles, me gusta que muchas veces algo mínimo cuente más que todo el conjunto.
Fotografiar es ver morir algoCreo que por más que uno quiera, por más que uno intente desprenderse de su trabajo, por más que se ponga límites y hasta intente deshacerse de sí mismo, siempre está presente. Mi fotografía está ligada a mi corazón. Muchas veces la situación por la cual estoy pasando deja impregnado todo mi trabajo, es inevitable que así sea. Desde la felicidad hasta la tristeza más honda. Y por otro lado, creo que fotografiar es ver morir algo, ese instante capturado es único e irrepetible, por lo tanto la nostalgia es algo que acompañará a la fotografía siempre.
...creo que fotografiar es ver morir algo, ese instante capturado es único e irrepetible, por lo tanto la nostalgia es algo que acompañará a la fotografía siempre.Haz click para twittearMe emociona saber que en algún lado del mundo, hay alguien mirando lo que hago y no sólo eso, además lo comparte, le gusta, lo motiva y lo emociona, concluye.