De acuerdo con la perspectiva de Bernhard Waldenfels en su texto “El habitar físico en el espacio” la problemática del espacio también constituye un tema de estudio para la filosofía de la cultura. En este texto aborda dicha problemática frente a la amenaza que para él resulta el internet y su ubicuidad desde la perspectiva de el espacio habitado y el cuerpo que lo habita, “…despierta la pregunta por la espacialidad, incluso y justamente cuanto ésta amenaza con desaparecer en la ubicuidad propia del Internet.” Por diferentes influencias que van desde la teológica hasta la filosófica el tiempo ha cobrado mayor importancia frente al espacio, lo cual no debería de resultarnos tan difícil de entender si nos detenemos a mirar la sociedad en la que vivimos, a la que le parece más importante recorrer mayores distancias en menores tiempos. Otra razón a la cual Waldenfels atribuye la preocupación por la espacialidad se da por las nuevas propuestas artísticas en las cuáles se pretende alejarse de la idea de un espacio meramente contemplativo y se busca la interacción entre la pieza y el espectador, entre éstas podemos encontrar el land art, las instalaciones o los parques escultóricos.

Atelier Carlos Cruz-Diez
Bernhard aborda varios temas al hablar del espacio, comienza hablándonos de una fenomenología del espacio. En la cual podemos encontrar autores como Gastón Bachelard que aborda la espacialidad desde una “Poética del espacio” y las relaciones que existen entre los lugares que hemos habitado, aquellos de los que nos hablan los poemas y a los que nos remiten. Podemos hablar de un “aquí” que surge desde quien se hace la pregunta, sea en el espacio físico o en el poético.
El tema del “aquí” cobra gran importancia dentro del texto de Waldenfels. “Aquí es el lugar donde, en cada caso, se encuentra aquel que dice «aquí».” Es en torno a la reflexión del “aquí” la manera en que se percibe y se vive dada la influencia que el internet ha cobrado en nuestras vidas que adquiere una perspectiva diferente, probablemente podríamos incluso decir que pierde profundidad e importancia en el día a día. La filosofía de la cultura debe estudiar las diferentes manifestaciones en que la sociedad, en la cultura, trata el tema del “aquí” en el espacio, sea físico, personal, poético o virtual.
Hoy en día frente a la manera en que se han venido desarrollando las tecnologías de la comunicación nos encontramos con un “aquí” que puede estar tanto en un lugar físico como no estarlo. “La tecnología moderna no sólo nos obliga a revisar nuestro concepto de acción para ser justos en lo referente a la teleacción, sino que nos compele a la reflexión otra vez acerca del movimiento físico…”. Podríamos hablar entonces de un “aquí es donde está el botón que presiono” y un “aquí” que es donde estoy en determinado espacio físico. Frente a esta doble posibilidad de abordar el “aquí” es que se han desprendido diferentes manifestaciones culturales, tanto para hacer énfasis en el “aquí” del botón que se presiona como el de un “aquí” físico.
Dentro de la vertiente artística que se ha preocupado últimamente por el espacio son muchos los ejemplos que podemos encontrar, los hay desde los que se mueven más por razones de desafío a las ideas que se han impuesto de lo que debe ser el arte como Banksy, hasta aquellos cuyo eje central para su creación es el espacio y la relación que se tiene con él.
Para el arquitecto y teórico de la arquitectura Rem Koolhas las ciudades actuales han sido fundadas por personas que están en constante movimiento, van de un punto a otro siempre con la intención de seguir adelante.
La calle ha muerto. Este descubrimiento ha coincidido con los frenéticos intentos por su recuperación. El arte público está por todas partes: como si dos muertes hicieran una vida. La peatonización -pensada para conservar- simplemente canaliza el flujo de los condenados a destruir con sus pies el objeto de su presunta veneración.
Desde un punto de vista mucho más radical que el de Waldenfels, Koolhas nos presenta la idea de que la razón por la cual nos preocupa la recuperación del espacio físico que representa la calle es porque nosotros aún tenemos que transitarlas. Es probable que tenga razón, frente a la perspectiva de que aún tenemos que transitarlas es que buscamos algo más en ellas. Las vemos con potencial para el arte o las instalaciones urbanas. A pesar de lo radical que pueda resultar este punto de vista de Koolhas es un punto más que se debe de tener en cuenta al momento de abordarlo desde un estudio de la filosofía de la cultura. Resulta interesante pensar que existe cierta resistencia frente a la muerte de algo que nos resulta tan cercano en el día a día como son las calles y que son bastantes las manifestaciones que se han dado entorno a ésta reflexión.
Y es precisamente desde la idea del transitar en los espacios públicos que distintos arquitectos, urbanistas, artistas e incluso diseñadores gráficos han desarrollado diferentes propuestas que podríamos denominar intervenciones urbanas.
Un primer ejemplo de cómo se ha abordado esta reflexión sobre el espacio en su modalidad de intervención urbana la podemos señalar con el artista Carlos Cruz-Diez. Él mismo al hablar de sus obras, en específico las que tienen que ver con intervenciones en espacios públicos, dice que se encuentran generadas a partir del discurso que surge entre el tiempo y el espacio, las situaciones que se crean y los eventos cromáticos que se dan en la dialéctica entre el espectador y la instalación. Si bien el tema a partir del cual aborda la problemática tiempo-espacio es el color y la manera en que dependiendo del lugar desde el cual se viva el color se verá de una manera diferente. Al llevar ésta idea al espacio de la intervención urbana lo que se obtiene son espacios que comúnmente uno recorre de manera rutinaria, monótona y desinteresada, sin embargo, al poner un acento en el lugar que estamos transitando este adquiere un matiz diferente. En sus intervenciones podemos ver cómo una barda cualquiera pasa a ser parte de un discurso que se centra en el transitar el espacio y cómo tanto el tiempo como el espacio ejercen influencia sobre lo que estamos viviendo. Desde lo más cotidiano como podrían ser los cruces peatonales en las calles cobran un nuevo significado al ser intervenidas con nuevas líneas de colores, que al momento de reconocerlas nos hacen conscientes del transitar sobre ese espacio determinado, sobre esa calle a la cual hemos dado un poco de nuestro tiempo y reconocido en ella una peculiaridad en ella.
Como parte de ésta reflexión entorno a cómo es que el color afecta nuestro transitar en los espacios, sean públicos o privados, el artista Raymundo Sesma interviene espacios con diferentes colores y patrones. Su idea es crear diálogos con los espacios a partir de la pintura, usando como lienzo distintos espacios arquitectónicos. El entorno es el que constituye el campo de acción para sus intervenciones. Así mismo propone el reflexionar sobre los colores que se utilizan sobre distintos soportes arquitectónicos, “…es importante tener conciencia que cuando se aplica el color en la arquitectura, no estamos dentro de una ficción sino en la realidad, ya que todo sucede realmente.” Su trabajo también lleva a la reflexión de la espacialidad, la manera en la que el color y los espacios arquitectónicos afectan nuestro transitar el espacio. A partir de su obra pretende entablar un diálogo con estos elementos, así como crear acentos que nos hagan conscientes de nuestro “aquí” espacial en diferentes lugares y la manera en que nos pueden afectar. Su visión es una visión social, en la cual se nota que es consciente de las repercusiones que los espacios ejercen sobre quienes los transitan, para él las calles abandonadas ejercen violencia, su propuesta es también terapéutica hasta cierto punto.
Así mismo Jan Hendrix a través de las intervenciones en distintos lugares que van desde las plazas públicas hasta los interiores de galerías y museos juega también con el espacio y la manera en qué lo percibimos. Si bien su obra no lo aborda a partir del color como en el caso de los dos ejemplos anteriores, se enfoca más en las formas que introduce en los espacios y la luz de los mismos. En algunos de sus trabajos ha logrado incorporarse a la planeación arquitectónica desde el inicio, por lo tanto sus intervenciones se vuelven parte misma de la arquitectura de estos lugares. Con esto pretende demostrar la relación que se puede dar entre el diseño y la arquitectura, y cómo en conjunto pueden lograr efectos positivos en los espacios arquitectónicos y en las personas que los habitan.

Jan Hendrix
Existen diversas razones por las cuales se le ha puesto atención a la espacialidad, y lo podemos ver en las distintas manifestaciones que de ésta problemática se han desprendido. El tema del espacio es un tema complejo, que se puede abordar desde muchos puntos de vista, ya sea el de la ciencia, la poesía o el habitar físico en él. Queda claro que quedan muchas cosas por investigar aún, ya sean en la parte teórica como en la práctica. En el caso de las intervenciones urbanas y las reflexiones que se han venido dando entorno a este tema, es claro que han causado impacto en la sociedad actual y es por esto que hemos llegado a conocerlas y probablemente sigamos escuchando de ellas. Los ejemplos dados anteriormente se relacionan con México, con el país en el que nos encontramos, recientemente han estado exhibidos en museos en el país. Incluso el artista Jan Hendrix reside en México desde finales de los 70’s. Es un tema con un amplío campo de estudio para la filosofía de la cultura en nuestro país.
Al reflexionar sobre la manera en que nuestra sociedad piensa y vive el espacio podemos tomar postura frente a él, abordarlo desde diferentes temáticas y vivirlo igualmente de diferentes maneras. Resulta interesante ver cómo el caer en cuenta del problema que puede surgir frente a las nuevas tecnologías ha dado lugar a manifestaciones culturales tan enriquecedoras, no sólo de manera teórica sino también práctica, así como artística, arquitectónica y en el ámbito del diseño gráfico. Podríamos incluso pensar que estas mismas manifestaciones están teniendo impacto sobre determinados sectores de nuestra sociedad que tendrán una manera diferente de querer abordar el espacio, y tendrán a su vez nuevas maneras de plasmarlo. Nos queda plantear el espacio como un tema más para el estudio de la filosofía de la cultura, y tener en cuenta que México es parte de esto y tiene un amplío campo de estudio.
Fuentes consultadas
Waldenfels, Bernhard, “El habitar físico en el espacio”, Teoría de la cultura, un mapa de la cuestión, Schröder Gerard y Breuninger Helga. FCE, México, 2005.
Bachelard, Gaston, “La poética del espacio”, FCE, 2da edición, México, 2012, pp. 281.
Koolhas, Rem, “La ciudad genérica”, Gustavo Gili mínima, Barcelona, 2006, pp. 62.
Raymundo Sesma http://www.raymundosesma.com/ 26 de noviembre del 2012 Cruz-Diez, Carlos, http://www.cruz-diez.com/, 26 de noviembre del 2012.