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Nuestro espacio, nuestra ciudad

Para Georges Perec “(…) vivir es pasar de un espacio a otro haciendo lo posible para no golpearse.” Parece que la vida en la ciudad también se trata de moverse entre espacios y personas intentando no chocar. Principalmente hacemos lo posible por evitar el roce con otras personas, el choque con el otro y su mundo debe evitarse. En una sociedad como la que vivimos todo choque implica un contratiempo. “Hoy en día vivimos en un mundo muy pobre en interrupciones, en entres y entretiempos. La aceleración suprime cualquier entre-tiempo.” En la sociedad del rendimiento y el cansancio, como le llama Byung-Chul Han, no se permite bajar la velocidad.

Los espacios en los cuales nos movemos en la ciudad responden también a la aceleración y al rendimiento. Entre los espacios más significativos de las ciudades encontramos aquellos que Michel de Certeau y Marc Augé denominan no lugares. “El espacio del no lugar no crea identidad singular ni relación, sino soledad y similitud.” Esto se da a partir de dos relaciones importantes: la primera que se genera a partir de nuestra percepción en dichos espacios, podemos decir que es la relación entre no lugar y quienes en él se encuentran. Y la segunda es la que se da con las otras personas. La reflexión y crítica de los espacios que constituyen las ciudades es importante para comprender las relaciones que se dan en estos dos niveles, entre el espacio y la persona, así como entre personas. En ambas situaciones la relación es distante y fría, lo que se busca es seguir moviéndose sin contratiempos.

“Todo es aplanado para convertirse en objeto de consumo (…)” nos dice Byung-Chul Han. Esta idea hace eco con la manera en que Marc Augé dice que los no lugares crean soledad y similitud. Sin tiempo para detenernos y reflexionar al respecto nos vamos perdiendo en la ciudad sin darnos cuenta. Nos sentimos solos y no entendemos porqué pasa esto si vivimos en una gran ciudad llena de personas. El problema está en que no nos relacionamos con ellas, buscamos evitar el choque con el otro a toda costa. Dirá Byung-Chul Han que “(…)en el infierno de lo igual, la llegada del otro atópico puede asumir una forma apocalíptica.” Presenciamos esto cada vez que hay una marcha en la ciudad y las calles se llenan de gente alzando la voz, gente que se apropia de un espacio que cedimos a los carros. Rompen con el ritmo normal de la ciudad y de nuestro silencioso tránsito en ella.

“En una sociedad del cansancio con sujetos de rendimiento aislados en sí mismos, también se atrofia por completo la valentía. Se hace imposible una acción común, un nosotros.” Hemos olvidado la importancia del nosotros, de la unión y de la voz que podemos tener. En la medida en que busquemos nuevos espacios para interactuar y generar comunidad es que podemos recuperar el espacio perdido.

En su libro Especies de espacios Perec nos dice que existen dos lectores en todo texto: el autor y el lector. Trasladando la idea al espacio de la ciudad, también existen dos lectores de las ciudades: por un lado los teóricos y quienes leemos estas críticas. A fin de cuentas ambos experimentamos el espacio de la ciudad, por lo que nos concierne la recuperación de nuestro espacio en ella. Dentro de nuestra recuperación del espacio está también la capacidad de imaginar nuevas alternativas. Si somos nosotros quienes nos enfrentamos diario a la ciudad por qué no plantear nuevas posibilidades dentro de las mismas. “La ciudad está ahí. Es nuestro espacio y no tenemos otro. Hemos nacido en ciudades. Hemos crecido en ciudades. Respiramos ciudades.” Somos los habitantes de las ciudades, podemos leer en ellas sus deficiencias y sus fortalezas, alzar la voz por ellas y por nosotros para construir mejores posibilidades de vida y no sólo de tránsitos solitarios.

Fuentes consultadas

Auge, Marc, Los “no lugares” espacios del anonimato, Una antropología de la sobremodernidad, Editorial Gedisa, Barcelona, 2000.
Han, Byung-Chul, La sociedad del cansancio, traducción de Arantzazu Saratxaga Arregi, Herder Editorial, Barcelona, 2012.
Han,Byung-Chul, La agonía del Eros, traducción de Raúl Gabás, Herder Editorial, Barcelona, 2014.
Perec, Georges, Especies de espacios, Montesinos, España, Octubre 2001.
Imágenes: Unsplash

Diseñadora y filósofa. Interesada por la cultura, la arquitectura y el diseño. Se ha desarrollado entre el diseño y la filosofía, siempre teniendo como eje central la importancia del lenguaje, ya sea visual o escrito. Busca a través de ambos lenguajes expresar sus intereses por la manera en que habitamos y nos movemos en el mundo. Tiene un proyecto visual Hola Coco en paralelo con su investigación fenomenológica.

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