…però al final no estarem sols jo seré el teu mirall
Les sueques
En Ciencia el principio de conectar lo distante se llama ecuación; algo que en apariencia no tiene nada que ver con otro aspecto de la naturaleza a través de una ecuación se plantea que está correlacionado. En la literatura por su parte, dice el escritor y divulgador de la ciencia José Gordon, esto se logra a través de metáforas. En ambas hay conceptos o variables que mudan de un lugar a otro, sin embargo los métodos son distintos. Para Tuixén Benet el arte que más se parece a la danza es la poesía en el sentido que ambas son una aberración entre dos conceptos, lo importante no es tanto qué se dice, sino las vueltas que se dan para decirlo: “No te puedo explicar exactamente qué es para mí la danza, pero sí te puedo explicar que no es un medio de comunicación, o al menos no uno efectivo. La danza comunica, pero nunca sabes exactamente qué va a entender tu receptor. Va, me atrevo, podría decir que la danza es una fuente de emisión de conceptos, emociones y formas a través del cuerpo libres de ser captados para quien esté con ganas de recibirlos.
Benet explica que la danza contemporánea le parecía muy lejana y un poco altiva para con el público, así que quería hacer performances cercanas. A finales de sus estudios de coreografía en el Institut del Teatre de Barcelona junto a su compañera de curso Margherita Bergamo crea Les filles Föllen: “Hubo una conexión muy fuerte en nuestra manera de querer hacer espectáculos quitándole peso a la danza. De ahí nacieron proyectos muy diversos con una misma línea central: la cercanía con el público ya fuera a través de la temática o el formato. Entrada amb consumició: dues noies fumen un cigarret en només 30 segons era una suerte de cabaret que se representaba en bares y restaurantes y en el que nos presentábamos desde la mayor sinceridad, Unter der schönen Haut era un proyecto sobre el maravilloso futbol del FC Barcelona el primer año de Pep Guardiola como entrenador y Escena simultània giraba alrededor de una conexión en directo vía Skype con bailarinas argentinas con un aire de sitcom, para poner tres ejemplos. Además, Les filles Föllen como proyecto nació ya con una clara intención de muestra e interacción con blogs, canales de vídeo y redes que mostraban los procesos de creación apelando a la participación del público. En los inicios los proyectos eran siempre conjuntos, poco a poco cada una se especializó en formatos e intereses más diversos. Nuestro proyecto conjunto aún en vida, los Dijous Exquisits, sigue siendo ejemplo de esta necesidad de compartir desde la cercanía, puesto que se trata de cenas íntimas que servimos después de un espectáculo programado en nuestro local de ensayo, Espai Erre.”
Tuixén fue la encargada de montar la coreografía de la presentación de la cantante chilena Javiera Mena en el tradicional Festival de Viña del Mar de este año. Todo un suceso porque una artista local lograba con su música y el espectáculo creado por ella dejar en claro que estamos en otra era, al tiempo que acercaba a ese público a la danza contemporánea.
Encriptar
Tuixén Benet es además una apasionada de las matemáticas en las que ve un link en todo lo que hace a través de la intuición en la manera de crear y componer: “Me fascinan las matemáticas y a lo largo de mi vida he hecho pequeñas incursiones en esta materia. La he aplicado de forma teórica en dos proyectos escénicos propios: Projecte final era una especie de oda a la recursividad y el infinito a través de la geometría en los cuerpos, en La pluie et le beau temps todas las coreografías se hicieron a través de encriptaciones corporales de textos de Jacques Prévert. Cuando empiezo a crear algo no sé muy bien qué será y funciona de alguna manera como una demostración matemática: tengo muchas variables, leyes y conceptos que pueden aplicarse, pruebo con ellas, reflexiono y hay un momento en que sé cuáles son las que hay que aplicar para encontrar la solución. A veces es cierto, a veces no y hay que volver a empezar.”
“Relacionado con este tema me parece muy inspirador el libro Gödel, Escher, Bach de Douglas R. Hofstadter en el que el autor propone un viaje en fuga alrededor de las conexiones y diferencias de los infinitos bucles del matemático Kurt Gödel, el artista MC Escher y el compositor Johann Sebastian Bach.” Recomienda.
La danza es…
Recuerda que hace poco más de un año mientras preparaba la coreografía para un anuncio de SKIP, le preguntaron qué era para ella la danza: “En ese momento respondí que la danza servía para vender detergente. En estos momentos que acabamos de presentar el show de Javiera Mena en el Festival de Viña del Mar podría decir que la danza es una reivindicación feminista a través del papel de la bailarina en conciertos. En fin, la danza es tantas cosas.”
Ya sea con Canada, la reconocida productora catalana creadora de videoclips para Phoenix o Tame Impala, contenidos para la revista Nowness y publicidad o en sus proyectos más personales, Tuixén Benet ha logrado hacer más cercana la danza contemporánea: “La principal diferencia entre cuando hago proyectos propios y por encargo es la libertad que tengo para decidirlo yo todo. Después de tantos años haciendo coreografías para vídeos supongo que era una transición normal querer dirigir yo alguno, decidir cómo iba a ser tratada la coreografía por cámara. Disfruto mucho de este proceso, aunque sigue dándome un poco de miedo y respeto, así que de momento sólo lo he hecho en proyectos pequeños. Aún así, me encanta trabajar para otros, puesto que supone siempre un reto intentar entender el imaginario del director y sumarle mi carácter para crear algo conjunto. Además es precioso ver como, a veces, un director puede hacer que una coreografía mía sea mejor de lo que era con su forma de entenderla y grabarla. Eso me pasa siempre con los vídeos de Luis Cerveró, no me canso nunca de trabajar para él porque hace que mi trabajo parezca mejor.”
“No hay una temática claramente definida en mis proyectos, sí algunos conceptos que se repiten como los que comenté antes de las matemáticas y la cercanía, pero sí que hay algo que me gustaría pensar que destilan todos mis proyectos propios: feminismo. Querría aclarar que no pretendo hacer un alegato feminista con mi trabajo, pero sí quiero dar fuerza al valor de la mujer. Me muevo en un terreno un poco pantanoso en el que hay aún mucho machismo tanto en lo que se ve como en lo que no se ve, sobre todo en el ambiente del audiovisual, y cuando trabajo en mis proyectos propios intento plantar cara a esos prejuicios machistas, no a través del discurso o el contenido sino a través de la acción. No es extraño, soy una mujer. Cuando trabajo por encargo no siempre puedo plantearme esta cuestión, pero está muy presente cuando el proyecto depende exclusivamente de mí.”
Otra era
El show de Javiera Mena y Tuixén Benet en el pasado Festival de Viña del Mar, sin dudas, marca un nuevo punto de partida en el festival. Algo ha cambiado, un logro compartido: “Admiro y quiero mucho a Javiera como artista y como persona, así que es maravilloso formar parte de su equipo, un equipo que, a su vez, es maravilloso, así que ¡qué maravilla! Lo que hago con Javiera es mi trabajo favorito, lo tomo casi como un proyecto personal, puesto que ella me da la libertad y seguridad para sentir que así sea. En primer lugar me parece precioso colaborar con una música para poner danza en sus conciertos. Como he comentado antes, para mí es muy importante la cercanía con el público, pienso que a menudo en los conciertos, sobre todo de música popular como la de Javiera, la relación es muchas veces más cercana que en los espectáculos de danza. Para las bailarinas en escena, la vibración de la respuesta que suelen dar los conciertos es una sensación muy potente –lo digo por experiencia.”
“Mi primera intención con el trabajo de Javiera, y así se lo planteé a ella, era tratar de crear un espacio coreográfico en el que las bailarinas fueran como ‘músicos’, es decir, no accesorios que decoran el concierto, sino que fueran parte de la experiencia musical del show. Quería que fueran unas bailarinas feministas, que representaran las diferentes facetas de la mujer que somos –el equipo es en su mayoría femenino. Esto se traduce en que las bailarinas no siempre que están en el escenario están bailando, a veces simplemente están esperando su turno –como podría hacer una guitarrista cuando no debe tocar- y su mirada, aunque en todas las canciones haya una interpretación muy marcada, tiene que ser siempre sincera en la medida que nunca tienen que mirar o bailar ‘para gustar’, sino sintiendo y reaccionando a cada letra, sonido y movimiento de la canción. Intentamos que haya una progresión en cada show. Miramos juntas el setlist para que haya una continuidad, para que el espectáculo sea un pequeño viaje en el que las acciones se van sumando, no sean sólo canciones separadas. Estoy muy contenta, por ejemplo, con el setlist en el festival de Viña, creo que había una progresión muy lograda tanto en la música como en las coreografías. Puede gustar más o menos, pero creo que es algo distinto en un show de este tipo el hecho que haya una dramaturgia que provoque que a veces las bailarinas estén casi totalmente estáticas, a veces miren desafiantes y a veces te inviten a bailar con ellas.”
Ellas
Tuixén cuenta que lleva muy buena relación con sus bailarinas, especialmente algunas con las que más trabaja: «Hemos hecho un grupo muy bonito, en el que nos cuidamos mucho entre todas. Algo que me parece esencial en los proyectos, sobre todo aquellos de larga duración, es que los equipos funcionen bien y se complementen, no sólo bailando, sino también como personas, y no sólo debajo del escenario, sino también arriba. Trato de que las bailarinas no sean cuerpos robots ejecutivos, sino que tengan una personalidad y formas propias y distintas cuando están en escena, que sean individuos independientes dentro de una actuación coral. Aunque quiero que vayan bien coordinadas hay muchos movimientos en mis coreografías que los dejo a libre interpretación, todas a la vez pero con distintas sutilezas según su calidad y manera de entender un movimiento.»
«Para esto, trato de no explicarles sólo la forma y los tiempos del movimiento, sino de darles otros inputs para realizarlos que conecten con su imaginario. Imágenes prácticas que pueden vincularse a la forma, a la energía o al impulso a recrear. En una misma coreografía hay flores, monstruos, patinadores, jugadores de básquet, animales, cosas que no se pueden romper…” Afirma y agrega: “Esto no me lo he inventado yo, lo tomé prestado de la forma en que nos enseñaban sus coreografías la compañía Batsheva Dance Company en sus workshops de Gaga. Me pareció interesante regular los movimientos a través de los imaginarios más que a través de lo estricto del tempo y forma sin contenido. Siempre trato que no haya ningún movimiento incomprendido para ellas, que sepan en todo momento qué están haciendo y porqué.”
Mirall
Una de las cosas que me hace más feliz en mi vida actualmente es que me he envuelto de puras mujeres fuertes y creadoras increíbles con las que estoy súper orgullosa de poder trabajar y convivir día a día, dice Tuixén, y además de Javiera Mena nombra y agradece a Isis Velasco, Ginesta Guindal, Andrea Just, Sheila Jordà, Lucía Revert, Anna Macau, Àngela Boix, Uxía Citoula, Margherita Bergamo, Ariadna Ribas, Cecília Cosculluela. A Blanca Nuño, Raquel Tomàs y Pau Albà quienes la acompañan en Les sueques, su proyecto musical: “Hacer música en grupo era una inquietud que he tenido toda la vida –¿como todos?- pero que veía imposible por mi falta de formación continuada en el ámbito. Fue precioso conocer a estas chicas que lo estaban haciendo de la manera que yo imaginaba, no desde el virtuosismo si no desde la intuición y con ningún tipo de pretensiones. Según ellas, es bueno para el grupo que sea coreógrafa puesto que les aporto la disciplina dancística de repetir y repetir y repetir. La danza es ahora para mí mi trabajo, de lo que vivo. Les sueques son mis mejores amigas, son mi vida. La relación entre ambas facetas es que las dos tienen que ver con la creación, la diferencia está en la forma en que se lleva a cabo dicha creación, o, mejor dicho, el lugar desde donde nace la creación: la primera -la de coreógrafa- a través de la formación, el estudio y la experiencia, mientras que con Les sueques parte de la inexperiencia, el juego y la inmediatez –insisto que hablo de la creación no de la práctica, ¡con Les sueques trabajamos mucho!”
Volvemos a las ecuaciones y las metáforas. ¿Qué pasa cuando nos miramos en un espejo? Un bucle extraño dice Douglas R. Hofstadter: Miramos a alguien que somos nosotros que mira a alguien que somos nosotros que mira a alguien que está en el espejo… En fin, la danza es tantas cosas.